Gastgebruiker
10 oktober 2023
Hostel de estilo bastante "peculiar", como nave industrial. Estuvimos en la habitación de cristal. La luz de las zonas comunes te da en la cara cuando estás en la cama. Y, como se enciende y se apaga constantemente, molesta para dormir. Si a eso le sumas que el aislamiento acústico es nulo y se oyen todos los ruidos (la puerta de entrada de la calle, las puertas de las otras habitaciones, las conversaciones de otros huéspedes, los pasos en la escalera metálica, etc.), dormir es imposible. El WC integrado en la habitación es extremadamente estrecho y no tiene una separación adecuada, por lo que no hay intimidad. Además, si abres la ventana para ventilar la habitación, que huele fuertemente a desagües, no puedes acceder al WC. El desayuno es mediocre. El café es horroroso, no hay zumos y el agua es del grifo con sabor a cloro. Además, hay poca variedad: en el apartado de salados, sólo tienen jamón cocido y queso en lonchas. Aunque no puedan cocinar, por la licencia de hostel, sí podrían poner más variedad de quesos y embutidos. En cuanto al parking, que anuncian tanto en su web como en otras de reservas como servicio propio, no pertenece al hotel y no deberían recomendarlo. El personal es muy antipático (como desde LaNave reconocen ellos mismos). Pero además, en mi caso, me hicieron aparcar a la intemperie. Y te obligan a dejar las llaves, aunque el coche esté correctamente aparcado. Y lo mueven a su antojo, y al hacerlo lo golpean con las paredes. En mi caso, el coche tiene sensor de aparcamiento y cámara trasera. Aún así, lo empotraron contra la pared. Imagino que no les preocupa maniobrar correctamente, porque ya tienen puestos neumáticos apoyados en la pared para minimizar los daños. Y he leído alguna reseña anterior mencionando el mismo asunto. Cuando compartes tu reseña, la propietaria no acepta una crítica objetiva, se enoja y replica de forma infantil que ellos tampoco recomiendan al cliente y que esperan que otros hoteles lo tengan en cuenta. Sinceramente, de chiste.
Vertalen