ViajanteHerrante
18 augustus 2021
Somos gente viajera, tanto nacional como internacionalmente. No soy de dejar reseñas aunque podría tener escrito varios libros con experiencias de todo tipo pero, como digo, nunca he escrito nada en absoluto ni he tenido esa necesidad. Pero este caso ha sido tan penoso que me prometí a mi mismo sentarme frente al PC y detallarlo bien por varias razones. Primero por los siguientes huéspedes, que sepan a lo que se enfrentan. Segundo, por el personal del hotel, excelentes trabajadores pero merecen mucho más y, tercero, por el propio establecimiento, desaprovechar el enclave natural que brinda la zona por una mala gestión de hace ya, por lo que veo en comentarios similares, muchos años, me parece una auténtica pena y espero sirva para mejorar. La carretera de acceso al pueblo no invita a volver a menudo por lo que la estancia debe ser de vicio para pens**** repetir o recomendar. ¿Quién dice carretera de acceso? Yo lo he bautizado como el camino del diablo. Kilómetros y kilómetros de carretera mala, estrecha, curvas cerradas y ciegas, subidas... en fin, carretera mala no, lo siguiente, que sí, que no es culpa del hotel pero que es un condicionante que deberían tener en cuenta todos los negocios de la zona porque es un limitante a la hora de plantear una nueva experiencia en este lugar. Reservamos con Smart Box dos noches en agosto, la aplicación dejó registrar la reserva y así se hizo y se completó. La mañana del primer día llegamos pronto al pueblo, antes de la hora de entrada, nos paramos en una zona haciendo hora para entrar ya que íbamos con mucho equipaje al venir de otra localización y después desplazarnos a otra, desde donde estoy escribiendo, y hacía ya temperatura suficiente como para no andar de aventuras mañaneras coincidiendo con una ola de calor brutal que ha azotado a Andalucía estos días. Llamé por teléfono al hotel porque quería saber si la habitación estaba preparada para acudir cuanto antes. Llamas a un teléfono fijo pero para sorpresa se desvía a un teléfono móvil, al parecer del dueño del hotel, sr. Pedro que, al comentarle lo que nos ocurría nos deja perplejos al indicar no tener constancia de nuestra reserva y de la imposibilidad de que una promoción de SmartBox permitiese reservar en el mes de agosto. Hubo un conato de problema que se solventó cuando, según dijo, localizó la reserva de SmartBox en otro sistema distinto que obviamente no tenía cuadrada en ninguna de las 14 habitaciones que tiene el establecimiento y que, digamos "por suerte" para nosotros había una habitación libre y nos pudieron ubicar en ella. Solamente me faltaba que después de pegarme la pechada de kilómetros que hice desde el anterior alojamiento por la carreterita del diablo, full de equipaje y en plena ola de calor me dijera el Sr. Pedro que no tenía habitación para nosotros. Suerte no es poco decir ya que hubo otros huéspedes, extranjeros, que no la tuvieron y con una situación muy similar a la nuestra no pudieron aloj**** a pesar de llevar una res
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