Vaqueria Cantaelgallo

Un lugar especial para descansar y conectar con la naturaleza con una decoración exquisita.

El paraje espectacular, paz y tranquilidad pero pagar 400 euros la noche y no disponer de ningún tipo de servicio ( cafetería, recepción, tv en la habitación, te limitan las toallas de la piscina etc) es un caos. Gracias a la atención del personal que suple las carencias de la gerencia (Hanna, Marisela y Fernando ) el hotel va a duras penas. Este hotel solo ha funcionado bajo la dirección de Soledad Pidal , el alma de la finca.

Nos han amargado las vacaciones, llevamos años visitando el hotel, desde que no está Soledad cada año el hotel ha ido a menos. Las habitaciones sucias, la piscina en unas condiciones pésimas, nada habíamos contratado para una semana y nos hemos tenido que marchar. Las fotos de la web un fraude

Estuvimos en una de la junior suites con piscina. Muy acogedora, amplia y cómoda, excepto la bañera, que tiene el techo muy bajo. Decorado con muchísimo gusto. La finca es enorme y espectacular, llena de olivos y arboles frutales. El desayuno muy completo y rico, servido en una terraza encantadora. Las ciruelas de la propia finca son espectaculares. También cenamos en la misma terraza, todo muy bien. El acceso tiene un último tramo sin asfaltar de 1 o 2 km algo complicado. Recomiendo usar Waze para ubicar el hotel. En resumen un paraíso de lujo y tranquilidad. Fernanda y el resto del personal un encanto.

Es un lugar de ensueño. Las habitaciones están decoradas con muchísimo gusto y millones de detalles. Recomiendo no hacer mucho turismo y pasar tiempo en la casa. El desayuno es delicioso y todo el personal es muy amable. Volveremos seguro.

Una finca maravillosa con un jardín espectacular en la vera extremeña, que es uno de los parajes más apacibles de España. La habitación acogedora, camas cómodas, la atención fantástica y el desayuno de lujo. Se pueden dar paseos estupendos

Experiencia inolvidable!!! Como es todo de espectacular, cuidado hasta el mínimo detalle. Dormir ahí es un auténtico placer. Fernanda pendiente de todo siempre, encantadora. No puede ser mejor anfitriona. Repetiremos sin duda!!!

Un lugar extraordinario para descansar, tanto solos como en familia. La distribución de las casas permite mantener intimidad, aunque el resto de las casas estén ocupadas. Exquisita atención por un equipo que te hacen sentir muy cómodo. Muy recomendable.

Ha sido una estancia perfecta, como siempre. El entorno es extraordinario, las habitaciones preciosas, decoradas con mucho gusto, María Fernanda es un encanto y los empleados muy amables y serviciales. Volveremos, seguro, es el paraíso.