Aal Cachucho

I had a wonderful stay at Aal Cachucho. The property is just north of Madrid, but it feels like a world away, immersed in nature and hills and gorgeous sunsets over the countryside. Anita and all of the stay at the property are lovely and the room was tastefully decorated and perfect. I was traveling with a dog, who loved the surrounding nature and trails as well. Would highly recommend to anyone looking for a stay near Madrid but within entirely tranquil and peaceful surroundings!

Its located just past Madrid heading north. Its accessed via a fairly rough track so be careful if you have low riding car. The hotel and restaurant are located in countryside, nothing walkable. Its quirky and frankly unique in terms of decoration and layout. Our room was very clean, unusual but everything in place that you need - TV, coffee and views. The restaurant is like being in a jungle but is attached to the hotel owners house and the kitchen serves both so feels like a B&B. It's just worth staying and experiencing something different. The hosts are welcoming and engaging and make you feel really at home.

Simply wonderful. Worth the 1km drive down a farm track to reach a little Oasis of beauty

Travelling through Spain on a motorcycle, I was looking for a stop just North of Madrid. My Beeline navigation literally took me to the door of the reception. In spite of being dusty, and exhausted (and no doubt smelling of the road) I was greeted as though a long lost friend. Over the years I have stayed in the grandest/biggest chains/cheapest etcetera. What is really attractive is: friendly reception, clean room, comfortable bed, effective shower, simple fabulously fresh food, delightful surroundings, and peace-n-quiet - Aal Cachucho ticks every box

Short stay on a road trip across Spain. Was a lovely place, great host and tasty food for dinner. Parking was easy. The bed was comfortable and room was nice and perfect for us. They allow dogs which was great for our small one. Would highly recommend!

Una grata, muy grata sorpresa. No habían casi habitación es en los hoteles de Madrid y lo que había era de 300 € de media. Finalmente me decidí a probar en este lugar, está algo retirado, pero como yo iba a Alcobendas a una reunión, solo tardaba 20 minutos. Este hotel solo me costó 120 euros. El lugar es muy especial, el entorno es inigualable, es ideal para desconectar después de un día duro de trabajo. Nada que ver con meterte en un hotel del centro de Madrid. La habitación que yo estuve estaba muy bien acondicionada, una cama muy confortable que, junto con el silencio obsoluto de la noche, hicieron que descansase como hacía tiempo que no podía. Lástima que no sabía que la piscina exterior es de agua caliente, me hubiera sentado genial un baño antes de acostarme. Es un lugar ideal para celebrar reuniones de trabajo con clientes o con compañeros, tiene una carpa tipo jaima que se puede utilizar. Además, si eres de hacer senderismo, desde allí podrás escaparte por zonas muy interesantes. Pregunté sobre el tema de la cena, me comentaron que una tostada con una tortilla mas bebida serían unos 8 euros, pero finalmente no cené allí. Eso sí, me imagino cenando en una de sus terrazas y en ese entorno y os aseguro que la próxima vez lo haré. Solo una observación, la luz del baño es muy floja y la del espejo no es suficiente para estar cómodo. Después de esta experiencia, voy a cambiar los hoteles del centro de Madrid por este, total se tarda lo mimo o menos en llegar. CREO QUE HE DESCUBIERTO UNA NUEVA FORMA DE VIAJAR POR TRABAJO.

El lugar es idílico, ideal para ir familias con niños y evadirte un fin de semana. Lo que menos me gustó fue el camino que va desde el pueblo al hotel.