Hotel Cresol

Mejor que en casa!!! El hotel en sí, es perfecto, no le falta un solo detalle, las vistas, la sensación de hogar, la calidez... es inmejorable! Las habitaciones (al menos la nuestra) muy amplia, calentita, la cama comodisima y grande, las sábanas muy suavecitas, con todo lo necesario. El DESAYUNO...con productos de la comarca, todo casero y preparado en el momento y con muchísimo mimo y cariño como todo lo que hace Rosa, el alma del hotel y sin la que el hotel perdería toda su calidez y esencia! Rosa es la que realmente hace que el hotel sea tan mágico y único! Gracias por todo!

Es la segunda vez que vamos a este hotel. Igual que la primera, para recorrer el Maestrazgo y el Matarrraña en moto. Hemos pasado unos días estupendos. En este hotelito todo está cuidado al detalle, todo pensado, todo funciona. El ambiente es tal como se ve en la fotos de su web. Los desayunos son muy recomendables con productos de proximidad (menos los kiwis ) preparados al momento y con la cantidad perfecta. El comedor con vista a los puertos hace que este sea uno de los momentos memorables del día. Merece mención aparte Rosa, la persona que gestiona el hotel…ella sola! Siempre presente cuñado la necesitas pero dejando espacio. Amable, solícita, habladora, da consejos y cuanta historias sobre el lugar y la comarca que hace que la experiencia del viaje sea más intensa y más profunda. ¡Un lugar altamente recomendable!

Excelente hotel Con una preciosa decoración Las habitaciones silenciosas y muy cómodas. El desayuno “perfecto” y riquísimo. Pero lo mejor por diferencia el trato con Rosa, la encargada del hotel. Volveremos en breve. Mil gracias por todo.

Hotel con encanto inmejorable. Muy familiar, muy limpio. Decoración , confortabilidasd y servicio , todo, muy bien cuidado. Una magnífica experiencia. Rosa te hace sentir como en casa en todo momento así como la persona que nos preparó los dos días cuidadosamente el desayuno. El mejor hotel de la zona.

El hotel es precioso,pero hay detalles que no son para nada permisible,estuvimos en la suite hojiblanca de las más caras.A un precio de 195 euros si sumamos el desayuno por noche no se le puede perdonar,un plato de ducha que resbala siendo un grave peligro y potencialmente sencillo el riesgo de caídas con paredes sobresaliente de piedras puntiagudas para lo cual la persona que lo regentaba me daba la solución de ducharme sobre toallas mojadas,sensación poco agradable por cierto....cadena del wc que se engancha...y encontrarte que te cobran como extra 1 café en el desayuno, me parece alucinante la falta de detalle....La experiencia de una suite en 1 hotel boutique ni es sólo una habitación bonita de hotel,sino la atención,el detalle....creo que es muy mejorable.

Todo está cuidado al detalle, estancia muy agradable. Se está muy bien desde la llegada, es muy tranquilo y buenas vistas a las montañas. Atención del personal inmejorable. Tiene mucho encanto cada espacio, sin duda para repetir y muy recomendable. Desayunos muy buenos.